La organización que rige el atletismo internacional (World Athletics, antes IAAF) acaba de expedirse sobre la utilización de las zapatillas de alta competición. Fue luego de que creciera el debate acerca de si los últimos modelos, utilizados en la obtención de grandes marcas, implicaban un “aporte extra de rendimiento” y podía polemizarse si se trataba de un “dóping tecnológico” como sucediera en la década pasada con modelos de natación.
La W.A. fijó un límite de 40 mm. De grosor en la mediasuela. También se autoriza la inclusión de una placa rígida (actualmente se utilizan de carbono). Pero uno de los puntos salientes de la nueva norma es que desde el 30 de abril de 2020 toda zapatilla debe estar a la venta –y a disposición de todos- con un mínimo de 4 meses antes de que se use en una competición oficial.