La carrera tuvo staff médico a disposición de los corredores y la afectación de 3 ambulancias del tipo UTIM (Unidad de Terapia Intensiva Móvil).
Además, para garantizar la desfibrilación precoz, se armó un plan de acción que incluyó un sistema de detección temprana y aviso, desfibriladores externos automáticos
distribuidos estratégicamente y reanimadores entrenados.
Un desfibrilador externo automático es un dispositivo médico portátil de emergencia, que permite diagnosticar y tratar
un paro cardio-respiratorio a causa de una fibrilación ventricular. Esto lo hace, a través de una descarga eléctrica controlada, el DEA ayuda al corazón a retomar un ritmo cardíaco efectivo.
A los efectos de acortar la brecha entre el colapso y la primera descarga, se contó con 3
reanimadores voluntarios en bicicleta que portaron desfibriladores externos automáticos.
También, se instaló un puesto de primeros auxilios en proximidad a la línea de largada/llegada.